Algunas personas dicen que los huesos son buenos para que los perros limpien sus dientes y por ello no creen que sea peligroso darle de vez en cuando a sus perros huesos para comer mientras juegan, sin embargo expertos como los veterinarios saben bien que los huesos son peligrosos conociendo muchas historias de horror. Los huesos son peligrosos dependiendo de la clase o el estado en que son entregados a los perros, por ejemplo los huesos cocidos son los que más riesgo traen a diferencia de los huesos crudos que son más suaves, al final esto despierta el debate pero definitivamente todos tienen ciertos niveles de peligro que veremos a continuación.
Fractura de dientes: La dureza de los huesos puede hacer que tu perro rompa sus dientes, de suceder este accidente es probable que se necesite extraer los dientes fracturados a tu perro.
Heridas orales: Los huesos tienen bordes filosos que pueden herir las encías, la lengua y otras zonas sensibles del perro. Estas lesiones son dolorosas y pueden traer complicaciones si los huesos filosos se quedan incrustados en la boca.
Vías respiratorias obstruidas: El huesos puede entrar por la garganta bloqueando las vías respiratorias del perro, esto hará que se ahogue, requiere llevar urgente al perro con el veterinario.
Afecciones gastrointestinales: Los daños graves se presentan si los huesos atraviesan el tracto digestivo, tanto el esófago, el estómago y los intestinos puedes contener huesos. Para estos casos la cirugía es necesaria.
Fragmentos de huesos pueden traer complicaciones en la salud de tu perro, se llega incluso a perforar órganos como el estómago, intestinos y el colon. Los perros no entienden y no se pueden cuidar solos, por más que les guste jugar y comer huesos sería mejor no dárselos para no correr riesgos innecesarios.