Las gatas preñadas necesitan un trato especial, todo para que la madre pueda sobrellevar el embarazo y ser feliz. El que la gata este preñada no quiere decir que deba estar siempre recostada o descansando, no descuides sus ejercicios, la alimentación ni las atenciones especiales. La gata puede salir a pasear bajo tu vigilancia, en su estado no debemos apartar la mirada de ella. No debe jugar hasta cansarse por eso los paseos deben ser cortos. Si juegas con ella recuerda que le encantará le frotes suave su vientre.
Para las gatas embarazadas es muy bueno recibir alimentos nutritivos. Cuando la gata tenga hambre debes procurar que coma, desde luego debe llenarse pero no sobrealimentarse. Busca alimentos con muchas proteínas, minerales y vitaminas.
La gata embarazada necesita que cuiden su salud y en general sentirse preparada. El veterinario puede hacerle un control de embarazo revisando externa e internamente para descartar enfermedades o infecciones. Cuando la fecha para parir se aproxime y más para las gatas con pelo largo, lo aconsejable es cortar el pelo alrededor de sus pezones.
Ofrece a la felina una cama reconfortante la cual podría ser una caja grande de cartón. No debe faltar ni el agua ni el plato de alimento. Durante las dos últimas semana impide que la gata salga pues fuera muchos peligros pueden afectar el embarazo.