Pueda que los gatos tengan patas preparadas para todo terreno, seguro te habrás fijado en sus almohadillas que le permiten andar por superficies ásperas, espinosas, calientes e incluso amortiguar caídas. De todas maneras los felinos que de por si son resistentes pueden sufrir lesiones en las patas por diversos motivos.
Directamente en contacto con el suelo las patas pueden sufrir heridas si se topan con objetos punzo cortantes como lo son vidrios, clavos, astillas y similares. Estas heridas como es lógico sin tratamiento rápido se pueden infectar al entrar arena y otros residuos, la alarma suena más si el felino afectado utiliza caja de arena que puede tener residuos fecales. Mucho cuidado.
Otro malestar en las patas llega de parte de los insectos que las podrían picar, ésto causaría reacciones alérgicas y desde luego dolor al caminar. También se puede quemar si el suelo ha absorbido mucho calor solar, igual hay que tener cuidado en la cocina, a los gatos la exploración es como su sombra y fácil trepar a meter la patas donde no deben. Observarlos cada vez que puedas.
Al final las causas más comunes de patas lesionadas se refieren a enfermedades como por ejemplo el pénfigo, tal malestar se traduce en protuberancias o hinchazón en las almohadillas. La pododermitis, enfermedad causada por un deficiente sistema inmunológico. También tenemos al granuloma eosinofílico, enfermedad que ataca una pata y aparece debido a alergias. Ya lo sabes, hay que revisar las patas del felino, por lo menos cada vez que sale a exteriores que es donde suele hallarse el peligro. Observa si cojea o más, por eso compara con la manera general que tiene al andar estando sano.