La conexión entre una persona y su mascota puede alcanza un nivel misterioso pero real, así pues entregamos amor sincero a nuestro compañero en vida y llegada su muerte lloramos y sentimos enormemente su partida. Las expresiones de amor por la mascota que muere son variadas pero estamos seguros que todas son dolorosas, no por tratarse de un animal dejamos de sentir, el dolor es igual al que sentimos al morir un familiar. Tal vez aún no pasaste por esto, pero te contamos que es muy emotivo y duradero. Para que de alguna forma conozcas que tanto amor puede entregarse a la mascota te compartimos la siguiente historia, se trata del tributo a modo de carta que un hombre le ofrece a su perro fallecido.
La muerte de su perro Zoe le significa para Robert Starkey cierta extraña tristeza, mezcla de felicidad por los momentos compartidos y el dolor de ya no volver a disfrutarlos junto a su mascota. Zoe era una perro maravillosa según describe Robert en la carta que enseguida dejamos para que sientas como él siente.
Mi querido Zoe,
Tu papá Tim regresó a San Francisco la pasada noche. Esta fue la primera noche en más de un año que ha pasado solo. Tu cama todavía está en el suelo, junto a la mía. No estoy preparado para hacer frente a la fría madera que hay debajo mía.
En mi camino a la cama tengo que tomar un momento para estar al lado de tu espíritu, para decirte que papá Bob te ama más que a nada en el mundo, lo he hecho cada noche. Echo de menos el calor de tu cuerpo y los golpes en mi mano, que me dabas mientras masajeaba la parte lateral de tu hocico.
Entonces, como he hecho muchas noches antes, me acuesto en mi cama. Recordando todas esas noches que te levantabas para beber agua, luego volvías y te acercabas a mi cama para asegurarte de que todavía estaba allí antes de regresar a tu propia cama, te susurraré te amo al menos dos veces más para que sepas que estoy cerca.
He quitado las mantas y golosinas del asiento trasero del coche. Papá Tim cogió la docena de mantas del baño esparcidas por el suelo y las de la sala de estar. Mi cerebro me juega malas pasadas en los últimos días. Si veo por el rabillo del ojo algo tirado en el suelo, la aspiradora, un montón de ropa. Instintivamente me pongo en modo cauteloso, para tener cuidado y no pisar tu cola.
Cada vez que abro la puerta de mi mente automáticamente busco tu cabeza levantada mirando hacia mí y las orejas en punta. Mis propios oídos buscan excitados el lloriqueo emocionado acompañado de un movimiento de cola. A las 9:30 de la mañana me esperaba verte esperando ansiosamente en la puerta trasera del jardín. “Es hora para las aventuras de Zoe y Bob” Diría yo mientras tu corres hacia mi y esperas pacientemente al lado del coche hasta que abra la puerta.
Como anticipé estos últimos días podía oír el eco de las voces de los que habían estado y se habían ido. “Ella te hará saber cuando es la hora, cuando ha tenido suficiente”. Y lo hizo. Una a una perdió sus habilidades para comunicar alegría. Alejaste la cabeza lejos de la comida, tu cola de decrementaría lentamente y tu voz se redujo a un débil gemido. Pero cuando puse mis dedos en tu hocico, recorriendo cada dedo de arriba a abajo entre tus ojos, tu eras capaz de empujar tu cabeza contra ellos y decir te amo papá Bob.
Después de la primera inyección pudiste encontrar rápidamente la paz. Puse mi mano sobre tu torso, ya que se elevó arriba y abajo con cada respiración. Papá Tim se sentó directamente enfrente de mí en el otro lado de su cama. Apenas unos segundos después de la inyección sentí que tu espíritu pasaba a través de mi cuerpo. Incapaz de contener las lágrimas, lloré lágrimas de alegría por liberarte del sufrimiento. Lloré lágrimas de tristeza por la pérdida de tu compañía. Lloré lágrimas de dolor por la cantidad de pena que tenía por delante de mí.
Me consuela el hecho de que tu estás aquí conmigo. Voy a tratar de emular tu capacidad estoica para aceptar lo que viene después. Yo te llevaré en mi corazón hasta el final de los tiempos. Cada vez que me enfrento a un nuevo reto o camino nuevo, voy a recordar el amor incondicional que me llevó a cuidar de ti, para que lo tengas tú también. Me lo voy a aplicar a mí mismo, usando lo que me has enseñado sobre lo que significa ver la vida desde la perspectiva de un perro.