Los perros por naturaleza tiene un fuerte lazo con el hombre, más si son niños los que se involucran en su mundo y si estos tienen autismo pareciera que el dúo se hace más fuerte. Los perros son usados como parte de terapias para mejoría de los niños autistas. Las zooterapias buscan prevenir y mejorar la calidad de vida de las personas. En el caso de los niños con autismo la inclusión de un perro acompañado por el doctor conlleva mejor armonía social del autismo, de alguna manera ellos reaccionan más al entorno y además sonríen.
Los perros son un gran apoyo para los niños autistas, ambos expresan una sincera amistad, el niño comienza a afirmarse con más seguridad en la vida sin tener miedo al mundo e incluso mejorando el componente social por más mínimo que sea.
Las enfermedades mentales y psíquicas como el caso del autismo en los niños los frena de un desarrollo social normal, esto hace que los pequeños procesen los estímulos sociales con marcada diferencia de aquellos niños sin autismo.
El aislamiento social comienza a desaparecer cuando los niños se relacionan con perros o en todo caso la familia adopta uno para que estimule al niño y así logre aumentar las conductas sociales.
Las investigaciones respaldan el beneficio, las pruebas son claras precisando que los niños autistas ante la presencia de animales o el caso de los perros tienen más ganas de expresarse, miran a la cara y comienzan a explorar el habla.