La torsión de estómago en el perro no es algo raro y suele darle con más énfasis en algunas razas como el Doberman, Akita Inu, Rottweiler, Bóxer, Dogo alemán, Galgo, Mastín español, Mastín del Pirineo, Pastor Alemán, Pastor Belga o el Setter Inglés. Este malestar es peligroso si no se trata a tiempo, puede llevar a la muerte al perro. Desde luego que como ya mencionamos existen razas de perros más predispuestas a sufrir torsión de estómago por lo delgado y profundo del tórax, sin embargo todos los perros pueden sufrirla y requieren pronta atención.
Primero hay que prestar atención a los síntomas para tratar de inmediato a la mascota llevándola a un veterinario o especialista. Este malestar se presenta cuando el estómago del perro gira bruscamente sobre sí mismo al tener los ligamentos que sujetan el estómago algo débiles. Suele suceder cuando el perro come demasiado y de no tratarse daña el riñon, el páncreas y corazón.
Los perros que se enfrentan a un torsión de estómago lo van a expresar con síntomas como estar inquietos, hinchazón del abdomen, dolor al tocarlos, espasmos abdominales, gases y vómitos sin resultado. De observar alguno de los síntomas mencionados es tu deber acudir rápido a tu veterinario de confianza para cirugía pues no existe otra forma de solucionarlo.
Si quieres evitar que tu perro sufra de torsión de estómago entonces comienza por no dejarle demasiado alimento ni agua, solamente lo suficiente según la dieta correcta indicada por el veterinario, otro modo es dividir el alimento en pequeñas porciones a darle durante el día, así no pones en apuros su estómago.
Luego de comer deja que descanse, no es bueno que lo pongas a hacer ejercicios o correr por ejemplo, el perro tiene que comer sin sobresaltos, no le estreses y evita los alimentos que produzcan gases o sean difíciles de digerir. La alimentación controlada es esencial para eludir este peligroso momento que puede matar a tu mascota.