Desde hace muchos años se hacen estudios con animales para conocer su capacidad intelectua. Investigadores de la Universidad de Oxford realizaron experimentos con los cerebros de mas 500 especies distintas, concluyendo que los monos tienen mayores conexiones y son de mayor tamaño, le siguen los caballo y los delfines Desde hace muchos años se vienen realizando una serie de estudios con animales para demostrar que la mayoría de ellos actúan según su capacidad intelectual y no como siempre se ha creído, afirmando que solo actúan por instinto.
La mayoría de estas investigaciones han llegado a la conclusión de que las mascotas domésticas más comunes como son los perros y los gatos, son dueños de un alto grado de inteligencia.
Un estudio más general realizado por un grupo de científicos de la Universidad de Oxford, analizaron el tamaño de los cerebros de un total de 500 especies distintas de animales de diferentes grupos de mamíferos y lo compararon con el proceso de evolución a lo largo de 60 millones de años.
Los resultados asombraron a la mayoría, al descubrir que los cerebros de los monos son los más desarrollados en lo que se refiere a conexiones y al tamaño. En segundo lugar destaca el cerebro de los caballos, luego están los delfines, los camellos, y los perros, quienes con el paso del tiempo y el avance de su evolución, han desarrollado mayor número de conexiones para poder socializar con otras especies y más aun con los seres humanos.
En lo que se refiere a perros y gatos específicamente, se han realizado otros estudios y pruebas para poder demostrar cual resulta más inteligente.
El encargado del proyecto realizo un experimento que hacía que los animales jalen unas pequeñas cuerdas con sus patas para que al final reciban una recompensa. Fueron los canes los primeros en lanzarse ya que esta actividad suele ser una de las preferidas por los gatos, que disfrutan mucho de pasar el tiempo jugando con pelotas de lana.
Al final resultaron los perros los más eficaces en el experimento y se llego a la conclusión de que no existe ningún tipo de evidencia que demuestre que los felinos entiendan el funcionamiento de las cuerdas.
Muchos aseguran que el gato es un ser muy independiente y que por ello resulta muy natural que no haya respondido como se esperaba.
De igual forma, esta investigación resulto para los encargados muy limitada y se decidió realizar en un futuro cercano, un tipo de estudio más complejo y específico.