Si tenemos un perro en casa debemos proporcionarle juguetes especiales, que sean elaborados con materiales que no les resulten tóxicos. Se recomeinda tener varias sesiones de juego en vez de una muy larga. Los juguetes deben alternarse ofreciendose unos y después otro para que el perro no se aburra. Si tenemos un perro mascota en casa, debemos brindarle ciertos juguetes que le ayuden en su desarrollo. Estos deben ser objetos no tóxicos, de un tamaño regular para que no puedan tragarlos y sin piezas pequeñas que puedan desprenderse, u otras que puedan astillarse.
Pero no es necesario darle zapatos o ropa vieja para que juegue, ya que debe aprender a diferenciar los objetos prohibidos de los que si puede morder, y si juega con las cosas de la casa se acostumbrara y querrá jugar con todo lo que tenga cerca.
Lo mejor es acudir a tiendas especializadas donde se pueden encontrar infinidades de juguetes para perros como pelotas y muchos otros hechos de goma.
Si a nuestro cachorro le encanta morder debemos comprender que esto es algo natural, y que quizás en un inicio trate de morder tus manos en vez del juguete. Pero lo mejor para evitar salir lastimado, es cerrar el puño y tratar de distraerlo con un juguete.
Se recomienda tener varios juguetes para perros y variarlos, primero se les debe dar unos y después de un tiempo, estos deben ser cambiados.
Es mejor tener varias sesiones cortas de juegos, en lugar de una larga jornada, de esta forma ni el perro ni el dueño se aburrirá. Cuando se termina de jugar con un objeto, este debe guardarse lejos del animal, para que cuando lo vuelva a ver, tenga ganas de jugar nuevamente con él.
En algunos casos, las mascotas prefieren jugar con cosas que pueden resultar peligrosas como piedras o palos, para cambiar esta situación lo mejor es no prestarle atención, y así aprenderá que los juguetes que uno le da, son más divertidos.
Solo debemos jugar con la mascota u ofrecerle algún juguete, cuando este se haya portado de la mejor manera, ya que así lo acostumbramos a recibir recompensas cuando ha hecho algo que queríamos que hiciera.
Si lo entretenemos cuando se porta mal, el mensaje que recibirá será el equivocado y su conducta se pondrá peor.
Muchos perros son agresivos a la hora de jugar, y si nuestra mascota es tosca o muerde con mucha fuerza, el juego debe ser detenido para que enriende que esa conducta no es tolerada y que debe dejar de hacer lo que está haciendo.