Los perros de orejas largas y grandes son más propensos a sufrir de enfermedades en el oido. Debido a la falta de higiéne, nuestras mascotas pueden padecer de infecciones a causa de ácaros o bacterias. Es recomendable limpiar siempre las orejas y llevarlos cada cierto tiempo al veterinario para que los revise y nos informe respecto a su salud. 
Las mascotas suelen darnos muchas alegrías, se convierten en nuestros mejores amigos, en un miembro importante de la familia y mientras pasan los años, su compañía se vuelve algo infaltable y de mucho valor.
Pero al igual que nos hacen pasar momentos felices, es común que nuestras mascotas nos causen mucha tristeza, sobre todo cuando se enferman, sufren un accidente o cuando se van para siempre de nuestro lado sea por alguna causa natural o enfermedad.
Cuando tenemos perros en casa es necesario brindarle todos los cuidados necesarios, con mayor razón si los tenemos desde que son cachorros. Dentro de las muchas razas de canes que se conocen, los que tienen orejas largas, grandes y colgantes, son los que tienen mayores posibilidades de sufrir otitis.
Lamentablemente ellos no pueden comunicarnos que sienten dolor o que les fastidia algo, pero a través de conductas extrañas, podemos darnos cuenta de que algo anda mal con nuestro perrito.
Dentro de estas señales, la más común suele ser las muchas sacudidas de cabeza. Otra que también es indicador de malestar puede ser cuando el can empieza a caminar con la cabeza inclinada hacia uno de los lados, o de repente sus pasos dejan de ser firmes y comienza a tropezar frecuentemente, perdiendo el equilibrio.
Todos estos signos no están comunicando que nuestra mascota puede estar padeciendo de alguna infección al oído, estas pueden ser causadas por ácaros o distintos tipos de bacterias.
Pero si nuestra mascota ya es mayor, o simplemente no se distingue ningún cambio en su postura o comportamiento, nosotros podemos prevenir que padezca de algún mal llevándolo al veterinario cada cierto tiempo para que este lo revise y nos confirme que su salud esta adecuada.
Los especialistas en animales domésticos podrán enterarse de todo lo que le ocurre realizándole una revisión en los oídos. Si todo se encuentra limpio y sin olor fuerte, nos indicará que el perro está saludable. En algunos casos de cuidado, se puede encontrar la presencia de cera negruzca, un exacto indicador de que existen ácaros, y en otros, el mal olor confirma que tendría una infección causada por ciertas bacterias.
A veces se puede confundir una otitis con un determinado tipo de alergia. Los canes que viven cerca o rodeados de muchas plantas, son más propensos a desarrollar alergias en el interior de oído. Para ellos el tratamiento es distinto, y deben también ser llevados a revisión por el veterinario.
Si acostumbramos a nuestras mascotas a ser limpias desde pequeñas, no sufrirán ninguna enfermedad en el futuro. Se les debe limpiar las orejas empleando un trozo de gasa seca y luego se hace una preparación con vinagre, alcohol y agua, todo en partes iguales, se empapa un trozo de algodón y se procede asear cada oreja por dentro y por fuera pero teniendo mucho cuidado de no lastimarlo o dejar que caiga el líquido muy adentro.
