Al igual que los humanos los perros tambien tienen episodios de sueño mientras duermen y podemos darnos cuenta de ello cuando realizan movimientos de ojos ya que sus cerebros manifiestan cierto tipo de actividad eléctrica. Hemos visto a nuestro perro recostado y por ratos agitado mientras duerme. Los biólogos indican que los perros no sueñan. Entonces, ¿qué significan los sonidos y movimientos realizados mientras duermen?
Realmente no hay pruebas definitivas que afirmen o que nieguen esa tesis. Al remitirnos a la ciencia recordamos que nosotros como los animales somos resultado de la evolución y que a lo largo del tiempo han sufrido cambios hasta lo que actualmente conocemos. En los perros sucede algo excepcional, su parte craneal y de sentidos es muy distinta respecto a otros animales, sus órganos sensoriales y cerebrales reproducen su entorno de manera distinta a la nuestra. No se sabe si los perros piensan o si tienen pensamientos. Puede ser que la sinapsis de sus células cerebrales repita solamente señales de movimiento aun cuando duermen sin necesariamente tener sueños.
Los defensores afirman que el sueño en los canes es diferente al de humanos, por ejemplo en el día se adormitan adquiriendo un sueño ligero del cual salen automáticamente al excitar cualquiera de sus sentidos, por ejemplo olor de alimentos, un pequeño roce.
Estos periodos diurnos favorecen un pelaje saludable y reparador de energías gastadas, siendo sucesos reparadores temporales.
En periodos nocturnos el cambio no es muy notorio, al tener una tranquilidad y poca luz favorecen el estar en un estado continuo de descanso.
Mientras dura el descanso nocturno los sucesos reparadores alcanzan su máximo grado al estar profundamente dormido (alrededor de 20 minutos).
En esta etapa de plenitud, el perro tendría sueños debido a efectos mostrados como movimiento de ojos cuando los párpados están cerrados y en el cerebro manifiestan actividad eléctrica manifestada en movimiento de extremidades hasta lenguazos, movimiento de orejas, jadeos, ladridos, etc.
El descanso correcto favorece la salud del animal, en el caso de ellos: peso adecuado, nutrición del pelaje, recuperación de energías y liberación de deseos y frustraciones.
Que nuestro animal duerma mucho podría significar energías muy bajas que conlleva finalmente a un estado de obesidad. Un perro no debería descansar más de ocho horas continuas. Existen excepciones en algunas razas perezosas que solamente abren los ojos para la comida.
Se puede hablar de insomnio canino, manifestando cuadros de agresividad y estado de aletargamiento y somnolencia. Esto podemos notarlo cuando duermen poco, cambios en el temperamento y agresividad, mucha actividad mientras duerme, aullidos, cambios de posición abrupta y/o convulsiones.
Ante todo esto podemos resumir que muy a pesar de no saber si los perros sueñan o no, debemos ponerle mucha atención a las horas de dormir de nuestros canes ya que ello favorece a mantener un equilibrio físico y mental siendo un sinónimo de bienestar.