Varios estudios realizados en gatos, han comprobado qu estos animales carecen del sentido del gusto, por tal motivo no incluyen en dieta animales que contengan azúcar o algún tipo de endulzantes. A quienes nos encantan los animales, en especial los gatos, nos habremos dado cuenta ya, de que estos mininos no suelen sentir mucho interés por los alimentos dulces. Ellos solo incluyen en su dieta carnes y grasas, sin tener interés por los carbohidratos.
Los gatos al igual que el resto de animales de su especie, son estrictamente carnívoros y puede ser difícil encontrar uno que sienta agrado por los chocolates, los helados o los postres.
Estos animales se dejan llevar mucho por el olor cuando van a elegir su alimento. El preferido es el olor de la carne, es importante también el contenido de grasa ya que esto es lo que más perciben.
En primer lugar se encuentra el pescado sintiendo gran atracción por el atún, también son felices comiendo menudencias como el hígado, riñones de cerdo o de ternera. En cuanto a carnes, todas pueden ser sus predilectas comenzando por la carne de caballo, de ternera, de cerdo, de pollo y de cordero.
Se han realizado una serie de estudios destinados a encontrar y conocer mejor el gusto del gato doméstico, sobre todo para averiguar porque muestran indiferencia a los sabores dulces.
El resultado arrojó que el motivo más importante se encuentra en los genes, siendo posible que exista alguna alteración en el sistema doble de los receptores químicos.
Para poder tener un gusto en particular, deben unirse las moléculas de dicho gusto con las proteínas que se encuentran en la superficie de los botones gustativos. De inmediato se genera una señal química a la neurona que activa el sistema sensorial del cerebro generando el gusto.
Al realizarse posteriores análisis se comprobó que en el ADN de los gatos se hallan presentes los dos genes que corresponden a la producción de moléculas sensibles al azúcar, pero el problema que existe es que el gen Tas 1r2 no se encuentra activado.
Por tal motivo podemos asegurar que los gatos no pueden sentir el sabor en los alimentos dulces.
Puede ser que nos de tristeza en algunos casos, pero en realidad esto es muy beneficioso para ellos ya que tienen menos riesgo de padecer alguna enfermedad ocasionada por productos demasiado dulces como las golosinas o los postres.
Si tenemos un gatito pequeño en casa podemos hacerle probar cada cierto tiempo algún alimento con cierto contenido de azúcar para ver cuál es su reacción y quizás pueda acostumbrarse e incluirlo como parte de su dieta.
No resultará difícil que se sientan atraídos por consumir algún producto con sabor distinto a los que ya está acostumbrado. Pero eso sí, por nada del mundo debemos hacer que nuestra mascota consuma a diario alimentos cargados de azúcar.