El síndrome de hiperestesia suele ser común en los gatos y casi siempre aparece en gatos de entre 1 y 4 años. Los síntomas son muy claros afectando la piel y el comportamiento del animal. El gato se vuelve agresivo, se automutila y se muestra desesperado frente a una situación que le causa estrés. Ya sabemos que son muchas las enfermedades que atacan a los gatos y que algunas de ellas pueden tener graves consecuencias si no son tratadas a tiempo. El síndrome de hiperestesia es una condición común en los felinos domésticos y que puede parecer en cualquier momento.
Al ser espontánea ningún minino puede estar libre de padecerla en algún momento de su vida y lo que es peor, si el dueño no se percata que la tiene, la hiperestesia puede causar grandes molestias poniendo en riesgo su vida.
Lo mejor es siempre estar pendientes de la mascota y llevarla con el veterinario al menos dos veces al año si no presenta razones para hacerlo con mayor frecuencia. Los síntomas son bastante claros y no suelen pasar desapercibidos, casi siempre se presenta en gatos de entre 1 y 4 años y hasta la actualidad no se conoce una causa que la provoque.
Cuando este síndrome se presenta en la mascota, los gatos sufren agresiones denominadas idiomática, siendo muy necesario mantener al gato relajado y sin ningún tipo de estrés.
Los síntomas que aparecen tienen que ver con la piel del animal ya que de pronto, comenzará a ponerse ondulante en la parte baja de la espalda y en la cola. También podemos ver que frente a una situación de tensión, el minino no dudará en automutilarse mostrándose desesperado.
Su comportamiento se altera, estará muy agresivo y atacara sin tener motivos, segundos después de haber estado tranquilo y simpático con la gente que lo rodea.
El estrés en gatos con este síndrome puede provocar al animal ataques de pánico y hasta trastornos obsesivo compulsivos. Incluso puede convulsionar lo que indica que su cerebro no funciona adecuadamente provocando actividad motora incontrolada que son las convulsiones.
Cualquier cambio en el comportamiento o en el cuerpo del animal es una clara señal que algo malo le está ocurriendo, por eso no debemos dudar en llevarlo con el especialista para que lo revise y le haga las pruebas necesarias que indiquen un diagnostico claro y poder seguir luego, con el más idóneo de los tratamientos.