Los gatos también pueden tener rabia y volverse agresivos, irritables y nerviosos. La rabia no tiene tratamiento por eso lo mejor es prevenirla llevando un control de las vacunas antirábicas del animal que son obligatorias desde los tres meses de edad. Al igual que los perros pueden contagiarse de rabia, los gatos también la padecen y casi siempre desarrollan los mismos síntomas que los perros.
En un primer lugar pasan por un periodo de excitación, después llega la parálisis del tercio posterior y finalmente la muerte.
Esta enfermedad se divide en tres fases, el periodo prodrómico, la fase de excitación y la fase paralitica. El periodo prodrómico en gatos solo dura 1 día y podemos notar rápidamente un cambio de comportamiento en el minino. De repente se vuelven inquietos o deprimidos buscando lugares oscuros para poder esconderse.
En la fase siguiente, que casi siempre se presenta en el segundo día, notamos al gato cada vez más nervioso e irritable, lo que se traduce en un peligro para sus propios amos y para quienes se encuentren a su alrededor.
En esta etapa el gato es agresivo y tiende a morder todo lo que tiene en frente. Ya sean objetos grandes y fuertes como sillas, palos y hasta objetos inanimados. Hay que tener mucho cuidado ya que esta fase puede durar hasta 7 días, y solo en algunos casos no se presenta complicando más la situación.
A pesar de los muchos años de conocerse este mal, no existe un tratamiento y es una enfermedad mortal, por lo que se aconseja prevenir.
Lo mejor es la prevención que se puede llevar a cabo mediante vacunas antirrábicas que son obligatorias desde los 3 meses de edad de la mascota y que deben tener una dosis complementaria una vez cada año.
De igual forma se sugiere llevar al veterinario a la mascota que se tenga o se quiera tener, incluso antes de adoptarla o llevarla a casa.
Será el especialista el profesional idóneo y quien te dirá el estado de salud del animal que se quiere tener como mascota.
Si tenemos una gata sana en casa que sale preñada y tiene a sus gatitos, tampoco debemos descuidarlos y mantener un control mensual de ellos hasta que tengan una edad apropiada y estén del todo saludables.