Cuando no se está seguro del apareamiento, no se puede saber si la mascota está preñada o no. Sin embargo, existen una serie de cambios físicos y conductuales que pueden dar a conocer una pronta maternidad. Son muchos los dueños de mascotas, en especial de perritas, quienes desean que tengan crías. Pero cuando no se está seguro del apareamiento, se complica el asegurarse de si ha quedado preñada o no.
La mayoría debe acudir con el veterinario para quedar convencido. Sin embargo, la conducta del animal cambia, por lo que a veces se puede identificar con claridad que nos encontramos ante un embarazo.
Pero para quienes desean saber si pronto se convertirá en madre, sin la necesidad de llegar con el especialista, es bueno conocer algunos signos y síntomas que se presentan durante esta etapa.
Para empezar, se presentan cambios muy notorios al igual que sucede con las mujeres. En la etapa de gestación, la personalidad del animal será otra. Puede ser que cambie sus costumbres al comer, que se sienta más hambrienta o inapetente. Algunas se muestran sin ganas de hacer nada, necesitan más tiempo para descansar, dormir, y otras se mostraran demasiado agresivas con otros de su misma especie.
Si antes era una perrita demasiado enérgica y activa, con la preñez se mostrará un poco floja, ya no querrán salir a jugar, ya que el cansancio y el sueño las vencen.
En algunas, la falta de afecto será lo más notorio así como el mostrarse más dependientes, por lo que será una obligación darle más mimos, cariños y dedicarle tiempo.
Los cambios de físicos también son importantes ya que lo primero que se nota es el aumento de peso, las mamas se agrandan, con mayor notoriedad las aureolas, que cambian a un color más rosado y comienzan a segregar líquido.
Cuando juegan y se les puede acariciar se sentirá el abdomen un poco hinchado además, ya no se dejará tocar la zona tan fácilmente.
Al igual que en las mujeres, la frecuencia de orina incrementa, eso ocurre porque la vejiga cuenta con menos espacio.
Un punto a tener muy en cuenta, es que el embarazo de los canes solo tiene un tiempo de duración de 2 meses por lo que si se ha a pareado en su último celo, las posibilidades de estar preñada son muchas.
En caso se convierta pronto en madre, se recomienda acudir con el veterinario para que la revise, de un diagnóstico exacto y otorgue la fecha probable de parto.
Si bien todos estos cambios pueden ocurrir a todas las hembras, hay que tener en cuenta que no siempre van a cumplirse todos y en todas las razas, ya que influyen muchos factores como su carácter, la edad que tenga y la raza a la que pertenece.