Los animales también despiertan sus celos al igual que nos pasa a los humanos. Estos celos hasta una medida son razonables pero si cruzan algunos límites pueden resultar hasta peligrosos. A los perros incluso les puede fastidiar el ingreso de otro humano u animal a su territorio, ni siquiera el sentimiento se disipa si es un bebé el recién llegado. Los celos del perro pueden comenzar o no desde la llegada del bebé, pero es posible que más adelante comience a sentir celos por el tiempo reducido que le vas a dedicar, desde luego el bebé va a necesitar que te concentres más en sus necesidades que en aquellas del perro, claro que no debes dejar abandonada a la mascota pero la reducción de tiempo con ella descenderá de forma inevitable.
La situación para el perro lo puede graficar como un animal que cae dentro de una depresión, con falta de apetito y sin ganas de nada, igualmente si la frustración crece el animal puede convertirse en un perro agresivo. El perro definitivamente siente que le dejas de lado por atender al bebé, él lo siente pero no entiende y pues reacciona con estos y otros síntomas.
El consejo sería que al llegar el nuevo integrante al calor de hogar, sepas organizar los tiempos para dedicarte a ambos. Existen técnicas para que además el perro comience a sentir mayor afecto por el bebé, por ejemplo puedes acariciar al perro mientras tienen cargado al bebé, eso sí el perro debe estar bien educado pues no queremos que comience a saltar como un poseído.
Hay quienes dicen que si un perro no tiene buen comportamiento entonces debe irse antes de que llegue el niño, pero lo mejor sería que escuches las sugerencias de algún especialista de confianza, él te dará soluciones para que el perro no deba abandonar el hogar y así crezca al lado del niño formando un lazo de amistad que durará por años.