La caja de arena es fundamental para nuestro gato, pero a veces puede resultar fastidioso para ellos reaccionando de mala forma ante los matereiales de la misma como el plástico, o los olores que puede desprender. Al ser animales de costumbres debemos hacer que los cambios sean mínimos para que se sientan más tranquilos y felices. Es muy importante que nuestro gato tenga su caja de arena en donde pueda hacer sus necesidades, pero que sucede cuando sus reacciones ante ella no son las que esperábamos. Un gato insatisfecho es hacer sus necesidades con incomodidad y arañando la caja como si quisiera librarse de algo que no le gusta.
Muy distinto es un gato que se siente feliz con su caja y que entra en ella con paso firme, eligiendo el lugar, cavando un pequeño agujero y haciendo sus necesidades con sus patas firmes para después inspeccionar sus heces y cubrirlas con mucho cuidado.
A veces nuestro minino puede reaccionar frente a muchas cosas que no le agradan de este lugar, como el lugar en donde se encuentra, o tal vez porque la caja es muy pequeña, o tiene la arena sucia, con olores muy fuertes o porque es de mala calidad.
Por eso primero debemos hacer que la caja de arena sea lo más atractiva posible, siempre debe estar limpia pero evitando el uso abundante de productos químicos con fuertes aromas. Lo mejor es limpiarla con vinagre para neutralizar cualquier olor que sea desagradable.
Puede ser difícil de creer pero a veces el material, la forma, el olor o el color de la caja pueden resultar determinantes en la aceptación o rechazo del gato. Ha habido casos en que los gatos odian el plástico, puede ser por el olor que guardan o por la sensación que sienten al tocarlo.
Una caja nueva también puede causarles rechazo, cuando eso ocurre lo mejor que puede hacerse es colocar la anterior, o buscar una caja muy parecida a la que se ha estado utilizando. al igual que los humanos, los gatos también son animales de costumbres y cuanto menos cambios sientan, se sentirán mucho más tranquilos y felices.
Si nos hemos dado cuenta que el problema está en la arena, entonces debemos cambiarla por otra de mejor calidad.
Existen muchas variedades en el mercado pero todo va a depender de la arena que prefiera la mascota, a muchos les encanta la arena fina, a otros la arena vegetal a base de hierba de cereales y también suele gustarles a otro tanto, la que ha sido elaborada con papel reciclado.
Para aquellos felinos que se han acostumbrado a hacer sus necesidades en el exterior, lo mejor es probar una cantidad de arena con otra de tierra.