Los gatos pueden ser la mejor de las mascotas pero existen distintas razas con rasgos únicos como el gato oriental. Un felino esbelto de regular tamaño con nariz larga y estrecha, y orejas de gran tamaño que los hacen muy diferente a los demás. Los gatos son unos bellos felinos, para muchos se han convertido en la mascota ideal ya que no necesitan de muchos cuidados, son muy cariñosos, limpios y en extremo independientes. Pero existe una gran variedad de razas, algunas más lindas que otras, con características diferentes que los hacen únicos.
Podemos ver que los favoritos de la mayoría son los siameses, los gatos persas, algunos prefieren la raza miniatura y otros se conforman con tener un gato criollo o chusco como se le llama en algunos países.
Pero existe una raza conocida como Oriental, un mínimo dueño de ciertos rasgos que lo hacen único y que es originario de Tailandia, específicamente del antiguo reino de Siam.
El gato oriental es pariente del gato siamés, pero posee rasgos propios y bastante peculiares que lo hacen ver muy exótico.
Los expertos indican que esta raza gatuna llegó a Europa a fines del siglo XIX, pero recién en los años 70, se hizo popular su cría en este continente.
Físicamente, podemos ver un felino esbelto y con rasgos afilados, no es de gran tamaño y es muy delgado y anguloso, detalles que lo han comparado en varias oportunidades con la raza de perros galgo.
Además, su nariz es larga y estrecha que junto a la forma de su cabeza, parece que se tratara de la cabeza de un can galgo.
Pero su particular hocico no es lo único que llama la atención, ya que sus orejas de gran tamaño son otra de sus características propias. Sus ojos tienen forma almendrada que lo aleja de las razas clásicas, dueñas de ojos redondos.
Su pelaje es muy corto y lacio y pueden encontrarse en varios colores y distintas tonalidades. Los colores más sólidos son el negro, el blanco, el marrón y hasta se han visto muchos de color azul. Destacando también los atigrados desde chocolates hasta anaranjados y otros de dos colores, destacando el blanco y el negro.
Existen algunos gatos orientales con colores muy similares a los de los gatos siamés, pero la forma y su estructura corporal, marca rápidamente las diferencias entre una y otra raza.
Pueden ser la mascota ideal ya que son muy cariñosos, comunicativos, les gusta jugar, son pacientes con los niños y se ha demostrado que puede ser un buen animal de compañía para las personas de edades avanzadas.