Una mascota canina puede estar saludable y de pronto presenta un sangrado por la nariz. Este puede deberse a diversas causas como un fuerte golpe en la zona o por haber ingerido veneno o una medicina que no acepta el organismo. Lo mejor es colocarle compresas de hielo en la zona y llevarlo de inmediato al veterinario. Muchas veces puede ocurrir que nuestra mascota luzca saludable y que de repente, observamos algún cambio en ella que nos llame la atención y hasta sea causa de preocupación.
Además de detectar parásitos como pulgas y garrapatas, a veces nuestro amigo puede enfermar sin darnos cuenta, o contagiarse de algún mal en cualquier momento.
Un síntoma que puede ser signo de alarma para los dueños es el sangrado por las fosas nasales. Algo que puede ser común en los perros y en los gatos.
Por eso si hemos notado un sangrado en la nariz de nuestro perro, lo primero que hay que hacer es estar tranquilo ya que de lo contrario podemos producirle un mayor estrés y no dejara que lo revisemos.
Una de las razones de un sangrado por la nariz puede ser debido a problemas de coagulación en la sangre, o por haber consumido algún compuesto químico como veneno, o quizás por un fuerte golpe.
También puede deberse a una repentina disminución de las plaquetas, o la nariz puede sangrar a consecuencia de los medicamentos para ciertas enfermedades; o por condiciones que se presentan al nivel de la médula ósea.
En otros casos pueden verse otros síntomas más como vómitos de sangre, o que haga heces negras. La razón de esta situación puede ser debido a que ha tragado sangre, pero no significa que se deba a una hemorragia interna, al menos hasta que el veterinario lo diagnostique.
Si se está en casa, y aparte del sangrado no se asocia ningún otro problema de gravedad. Es recomendable hacer compresas de hielo y colocarlas en la zona afectada.
Pero si notamos alguna otra complicación, lo más indicado es llevar al animal de inmediato con el especialista para que sea revisado y diagnosticado.
En un centro veterinario, el profesional cuenta con todas las herramientas necesarias para conocer las causas principales del problema que pueda estar presentándose. Ahí se puede hacer uso de una máquina especial para realizarle radiografías; también se le medirá la presión arterial, y se le examinará completamente la nariz, durmiendo al perro con anestesia general.
Según el diagnóstico que se obtenga, podrá recomendar el mejor de los tratamientos.