Las mascotas curiosas son una constante, animales que la gran mayoría no tendría en su hogar pero que desde luego despiertan en mucha gente una verdadera pasión. Hoy nos referimos exactamente a los sapos y ranas como mascotas. Estos anfibios a pesar de no ser las mascotas favoritas también tienen su club de fanáticos. Ya sea que el sapo se adquiera en alguna tienda de mascotas o fuese encontrado en libertad, de todas maneras necesitará ser atendido con mucho cuidado comenzando por su alimentación.
El primer alimento que seguro ya te habrás imaginado esta compuesto por los insectos, estos sabrosos bichos son el ingrediente primordial en la dieta de los sapos. Puedes comprar por ejemplo grillos en las tiendas de mascotas especializadas u optar por salir de cacería a tu jardín.
Si el sapo es muy pequeño busca insectos adecuados a su tamaño, pequeño grillos y pulgones son apropiados. Dentro de su acuario el sapo comenzará a alimentarse con lo que pueda, progresivamente ofrece cierta cantidad hasta que determines cuanto come y cada cuanto tiempo, debes saber que alguno sapos hasta comen unas veces a la semana.
La salud del sapo debe ser fortalecida agregando a la dieta de insectos una sazón de calcio y vitaminas, prueba cubriendo a los bichos con estos ingredientes para que así tu mascota crezca sin ninguna deficiencia de nutrientes.
A diferencia de los sapos de tierra los sapos acuáticos tienen otra clase de dieta basada en camarones de agua, sanguijuelas, gusanos y peces. Estos sapos pueden comer cada 2 día y el alimento que viertes en la superficie del agua normalmente desaparece dentro de 15 minutos, así que si el sapo deja comida ya te darás una idea de la cantidad que lo satisface.