Los perros así como los seres humanos también experimentan el miedo. Nuestras mascotas pueden responder con timidez y si las cosas llegan al extremo desarrollan fobias, todo ello por culpa de malas experiencias como los maltratos físicos.
El miedo del perro también aparece por la violencia verbal, incluso el abandono marca a estos perros que no confían mucho en lo que les rodea. También el miedo del perro puede deberse a una deficiente manera de socialización cuando era cachorro, la falta de experiencias positivas, el encierro y la vida aislada.
Los perros miedosos son animales inestables, con facilidad se vuelven agresivos al intentar protegerse de lo que les atemoriza. No es imposible su recuperación, el perro puede volver a tener confianza, hay que llevarlo a un estado tranquilo sin olvidar que este proceso es lento y se necesita de una persona con tiempo, paciencia y comprensión.
– El perro con miedo debe disponer de su espacio, no dejes que sea invadido, hay que darle tiempo, en un comienzo serás el único que ingrese pero siempre ofreciendo por ejemplo alimento y tratando al perro con cuidado. Si el perro ha sido maltratado y quieres que vuelva a recibir una caricia, hay que hacerlo en zonas como el cuello o pecho menos en la cabeza. Trata de que tus movimientos no sean percibidos como ataques.
– Cuando notas que siente miedo llama su atención con otros estímulos, tal vez un juguete que le permita distraerse y así olvidar su estado de miedo. El perro con miedo se muestra encogido, esconde el rabo, arquea su espalda, baja el ángulo de su cabeza, etc. Ten paciencia y siempre refleja tu espíritu positivo con acciones cariñosas.