Ya no es raro saber que alguien tiene una serpiente como mascota, muchas personas atraídas por sus formas y la mística tras este animal las adquieren para criarlas. Siendo animales especiales requieren cuidados igual de importantes. Tener una serpiente en casa implica afrontar nuevos planes de seguridad, lo primero es siempre tenerla observada para que no escape por algún agujero. El instinto de las serpientes por naturaleza es agresivo, ser dueño de una mascota serpiente infringe responsabilidades mayores.
Si la serpiente nace en cautiverio será menos propensa a atacar, pero si ha vivido gran parte del tiempo libre y de pronto se siente encerrada pues es probable se vuelva una serpiente agresiva y posiblemente ponga en riesgo la seguridad de tu familia.
Si luego de analizar todos los pro y contras de tener como mascota una serpiente finalmente decidir hacerlo, lo primero es ofrecerle un terrario a la medida, una pecera o una caja horizontal que sea fácil de mover, acondicionada y que simule las formas de su hábitat natural.
Dentro del terrario debe haber zonas con sombra, luz, temperaturas templadas o de calor, construye escondites y deja ventilaciones protegidas con rejillas por ejemplo. La serpiente debe estar cómoda el terrario debe tener el tamaño adecuado para que no viva sin espacio para moverse.
Las serpientes tardan una semana en hacer digestión así que con alimentar una vez dentro de ese tiempo estará bien. Recuerda hacer limpieza o desinfectar el terrario una vez por mes, revisa siempre la integridad de su casa para evitar escape, siempre ten tapado el terrario pero dejando aberturas para que respire.