Los loros son unas excelentes mascotas, pero no a todas las calses les gusta aprender a hablar. Son los loros grises afriacanos los más ávidos a aprender, siempre y cuenado se haya entabado antes, un vinculo de confianza y seguridad. Un loro es una buena opción si se desea tener una mascota en casa. Estas aves son muy inteligentes y a muchos de ellos les interesa aprender a hablar, volviéndose esto en algo muy divertido para sus dueños. Pero como son aves y deben permanecer en una jaula, necesitan de muchos cuidados para que puedan vivir más tiempo y en las mejores condiciones.
Es bueno estar al tanto de que no a todos los loros les gusta hablar, debido a su carácter ellos deciden si quieren o no dejarse entrenar y aprender unas cuantas palabras.
Para muchos, los loros son las aves más sociables y listas que puede haber y si esta dentro de los planes enseñarle a hablar, lo mejor es no obligarlo y dejarlo. Si se le agobia se romperá el vinculo que se ha formado y empezara a rechazar su compañía.
Se dice que los loros con una mayor tendencia a hablar son los loros grises africanos, llamados Yakos, y que aquellos con cola larga jamás llegan a aprender, por lo tanto resulta imposible tratar de hacerlo.
Cuando son pequeños es la mejor época para enseñarles a hablar. Nuestra mascota debe vernos y sentirnos como alguien igual a ellos y si las tenemos desde que son crías deben sentirnos y llegar a formar un apego hacia nosotros.
Cuando el loro está ambientado en la casa, conoce a los integrantes de la familia, está familiarizado con los ruidos y todos los movimientos que se realizan, su nivel de confianza se incrementa y es más fácil que acceda a trabajar con su dueño en lo que este desee. El loro lo verá como un miembro de su grupo y será incapaz de causarle algún tipo de daño.
Su jaula debe estar ubicada en una zona tranquila, a una altura en donde se sienta seguro y donde pueda ver a todas las personas transitar cerca para conocerlas e ir acostumbrándose a ellas.
Solo debe ser una persona quien se encargue de enseñarle a hablar y esta debe pasar constantemente delante de la jaula, diciéndole unas cuantas palabras en tono no muy alto para que el loro no se asuste. La entonación debe ser especial para que el ave se acuerde y comience a sentirse familiarizado con la voy y con las palabras que va escuchando.
Cuando se siente acostumbrado, se pueden comenzar a decir palabras con más frecuencia para que las aprenda.
No hay que desesperarse porque el ave no comenzara a soltar las palabras luego del primer o segundo intento, solo hay que tener paciencia y seguir insistiendo.
Una vez que el loro logre emitir una palabra debe ser recompensado con su alimento favorito, de esta forma sabrá que será algo gratificante y con mayor facilidad y rapidez podrá seguir memorizando otras palabras y hasta pequeñas frases.