Tener como mascota a un cachorro de cocker puede ser muy lindo y divertido. Estos perritos son traviesos y a la vez sensibles, necesitan de mucho afecto y de ciertos cuidados especiales en lo que se refiere a su alimentación e higiene. Los cachorros cocker son perritos tan lindos que todos los que lo ven quieren convertirlos en mascota. Son muy inquietos y curiosos, sus maxilares son bastante fuertes, su cuerpo es compacto, tienen el pecho bien desarrollado y desde el lomo hasta la cola, tienen una ligera inclinación.
Cuando nacen suelen medir unos 7 cm las hembras y los machos pasan poco más de 10. Tienen su sentido del olfato bastante desarrollado y les gusta explorar todo dejándose guiar por él. Cuando tienen dos semanas de vida, se muestran muy alegres, curiosos y cariñosos, siempre buscando la atención de su mama o de los seres con quien vive.
Cuando adquirimos uno en una tienda de mascotas debemos darle mucho cuidado y atención ya que estos cachorros suelen deprimirse fácilmente.
Son una raza muy saludable pero una de sus partes más sensibles son sus ojos, pudiendo padecer de cataratas, conjuntivitis o párpados caídos. Se recomienda lavarles una vez por semana con té de manzanilla tibio y algodón.
Otro asunto de importancia son las pulgas, que pueden llegar a producirles enfermedades graves en la piel. Desde un inicio debemos combatir a estos parásitos con algún producto especializado para cachorros.
La otitis se convierte en otro posible problema, siempre se debe mantener las partes internas de sus orejas limpias y sin pelo.
Los cachorros deben acostumbrarse también a cepillarse los dientes para evitar posibles infecciones en las encías y enfermedades en su dentadura.
Cuando tienen dos meses deben empezar con una dieta variada, tomar leche tibia en las mañanas con dos cucharadas de harina de maíz. En las tardes y noches, a manera de almuerzo y cena, se les puede servir dos cucharadas de arroz cocido mezclado con zanahoria o manzana rallada, carne molida cruda o cocida.
Después del cuarto mes de vida, se les puede cambiar la dieta de manera progresiva para evitar trastornos intestinales.
Es mejor no darles carne de hígado o riñón porque pueden ser causantes de hidatidosis, tampoco se recomienda ofrecerles huesos de pollo, es mejor darles los huesos de vaca grandes que le ayudaran a mantener los dientes libres de sarro y más saludables.
Una vez que se ha cambiado el alimento casero por la comida balanceada, es mejor no darles frituras ni carnes hervidas. Deben tomar bastante agua potable, limpia y fresca, los cachorros cocker tienden a deshidratarse fácilmente y siempre tienen sed.
Si se desea agregarles algún tipo de vitamina y calcio, lo mejor es acudir primero al veterinario, para que sea él quien nos recomiende el producto más adecuado.