Las mascotas no solamente cambian la vida de la familia donde llegan, también se modifica la vida de la comunidad y de cada vecino, desde luego algunas personas siguen sus vidas sin prestar atención a nuestras mascotas, pero igual existen vecinos que se pueden quejar si tu perro no sigue las reglas de convivencia adecuadas. Lo primero es saber que reglas y normas imperan en la comunidad, al ser sociable puede conseguir aceptación rápida por parte de la comunidad de vecinos. También debes conocer que tipo de mascota se adapta más al movimiento de la comunidad, por ejemplo los perros grandes necesitan más espacio que los pequeños, así ten en cuenta las necesidades que tendrá la mascota y si la comunidad puede ser favorable a ellas.
1.- Uso del ascensor: Si vives en pisos y usas el ascensor y hay reglas pues lleva a tu mascota en los brazos, de todos modos si no hay ninguna regla al respecto trata de hacer uso del ascensor sin que tu mascota lo ensucie, recuerda que debe usar collar y correa.
2.- Sobre los ruidos: Es imposible que un animal deje de hacer sonidos pues forman parte activa de su comunicación. Si tu perro ladra mucho debes analizar el porqué de su comportamiento para evitar se haga costumbre. Generalmente ladran por agua, comida, cariño, paseos, también por estados de tristeza, aburrimiento, molestos, etc.
Un perro bien adiestrado mantendrá la educación en el hogar y es casi probable no implique molestia para los vecinos. Educa a tu mascota para que en un futuro puedas controlar su comportamiento y el resto de los instintos, recuerda que las salidas logran que el perro gaste energías y por ende no tenga ya ganas de andar ladrando indisponiendo a la comunidad.