Los cachorros Chow Chow son bastante reservados e independientes, para muchos esta raza se asemeja a los gatos. Desde pequeños deben ser entrenados y se les debe enseñar a socializar con otras razas de perros y con distintos seres humanos para evitar futuros problemas. Tener un cachorro Chow Chow en casa puede ser una experiencia muy agradable si es que deseamos un perro independiente y que no necesite en extremo, muestras de cariño.
Para muchos esta raza de perros es muy parecida a los gatos ya que son bastante reservados y en extremo evitan ser dependientes. Otra característica muy común es que suelen preocuparse solo por ellos sin fijarse mucho en lo que sucede a su alrededor.
Como cualquier otro cachorro es normal que los primeros días se sienta muy triste, pero a diferencia de otras razas, el Chow Chow no busca que sus dueños estén encima de ellos haciéndoles caricias, lo mejor es darles su espacio y dejar que exploren el ambiente.
Lo más importante es que sepamos ganarnos su respeto para que ellos también sepan respetarnos. Esta raza comienza a demostrar ciertas actitudes a partir de su sétimo mes de vida, por ejemplo si su amo no está en casa, se vuelve un perro muy feroz y agresivo, reacciones de igual forma si se sienten maltratados o son golpeados. Por eso es importante tener en cuenta que es una raza que puede volverse en contra de sus amos.
Desde que son pequeños debemos demostrarles y hacerles entender quien es el amo, porque debido a que son muy inteligentes no suelen obedecer y se vuelven demasiado tercos haciendo muy difícil la tarea de educarlos. Lo mejor es que el amo sea igual de terco que ellos, con un carácter fuerte y que inspire autoridad.
Otra característica es que esta raza de canidos es introvertida y no buscan hacer amigos con otros perros que vivan en el mismo barrio, lo mejor es acostumbrarlos desde que son cachorros a socializar con otros perros y con otras personas ajenas a la casa. De esta forma lograremos que el cachorro tenga un comportamiento educado y calmo tanto dentro como fuera del hogar.
Lo más recomendable es que desde su primer mes de vida, esta raza de perros sea entrenada y sobre todo se le enseñe a socializar. En muchos criaderos que se encargan de ejemplares de esta raza los entrenan y cuando llegan a los hogares resulta más sencillo el hecho de socializar.
Cabe recordar que por ningún motivo se les debe castigar, ni obligar a hacer nada que no quieran, ya que pueden tomar represalias en contra nuestra.