El petauro es un animal pequeño que pertenece a la clase de los marsupiales, ya que al igual que los canguros, sus crías terminan de desarrollarse dentro de la bolsa de la madre. Puede convertirse en mascota pero en necesario conocer previamente, todo lo que necesita para que se adapte rápidamente en su nuevo hogar. Una mascota muy poco común, es la llamada petauro, un animal bastante antiguo dentro del grupo de los mamíferos y que ha sido incluida en la clase de marsupiales, así como los canguros ya que las hembras dan a luz crías poco desarrolladas y que completan su gestación en la bolsa de la madre.
Es un animal pequeño y tiene una cola del mismo largo que su propio cuerpo. Sus ojos y orejas son de gran tamaño y es un animal nocturno, manteniéndose activo por las noches.
Con los cuidados necesarios cuando vive en cautiverio, puede llegar a vivir hasta 15 años. Pero al no ser una mascota común, hay que informarse muy bien acerca de sus costumbres, antes de hacerse cargo de uno.
Es un animalito muy cariñoso y rápidamente se acostumbra con los humanos, pero necesita de un espacio regular para que pueda moverse. Además, al ser trepador debe tener un habitáculo alto.
En cuanto a su alimentación, es omnívoro, se alimenta de verduras y de insectos, pero también disfruta mucho de las frutas como las manzanas, naranjas, piñas y melocotones, peladas y combinadas con vegetales.
Pueden ofrecerles frutos secos, pero nada que contenga sal, grasas o lactosa, de lo contrario enfermarán del estómago.
Otra característica propia de estos animales es su olor durante la época de celo, evitándose solo al limpiar su jaula con mucha frecuencia. Quizás sea un defecto, pero lo hace sin querer, y es que al jugar proporciona muchos arañazos, pudiendo causar heridas leves o moderadas.
Es normal que al llegar a casa se estrese y este asustado y hasta algo violento, no dejara que lo toquen y tratará de arañar y morder, pero solo será por un tiempo corto. Es necesario tener todo lo que necesita preparado antes de que llegue a casa, ya que ni bien se encuentre en su nuevo hogar debe colocarse en su jaula y dejarlo salir cuando quiera para que esté tranquilo.
Luego de unos días se sentirá más cómodo y confiado con el entorno y con la gente que le rodea. Pero es preferible no hacer mucho ruido, ni ponerle luces muy fuertes ya que puede sentirse perturbado.
Para que más rápido se sienta en familia, es necesario jugar con él, al menos dos horas diarias, pero en horas de la noche, ya que durante el día estará durmiendo.