Cuando nuestro perro sufre un accidente de tránsito y como consecuencia tiene una fractura de cadera, lo mejor es llevarlo primero al veterinario para que sea él quien diga cual es el mejor tratamiento. Si no necesita cirugía, entonces deberá permanecer quieto en un solo sitio y ahí recibirá sus alimentos y las medicinas recetadas. En ocasiones nuestras mascotas caninas pueden ser víctimas de ciertos accidentes ocurridos en la calle o en la misma casa. Cuando sufren un accidente de tránsito, la mayoría de veces quedan adoloridos y con la cadera fracturada, el dolor puede llegar a ser tan fuerte, que él mismo tratará de estar lo más quieto posible, pero para que se recupere pronto y quede bien, debemos darle ciertos cuidados y estar muy pendientes en todo momento.
Lo más importante y primordial es llevar a nuestra mascota con el veterinario para que le saque las radiografías que crea necesarias y le dé el tratamiento correcto.
A veces cuando el caso resulta complicado, el especialista recomendará que lo mejor sea una cirugía. Pero si no ha tenido fractura expuesta o desplazamiento de hueso, la operación no será necesaria, y solo se le colocarán unos fierros para que sostengan y acomoden los huesos fracturados.
Los analgésicos también se vuelven imprescindibles ya que le ayudaran a mitigar el dolor que pueda sentir, haciendo de su recuperación un proceso más fácil de sobrellevar.
Cuando ya esté de vuelta en casa, se deberá comenzar con los cuidados básicos para su pronta recuperación; estos no son para nada complicados, y si la mascota está sana, sin otro problema de importancia, entonces lo principal es que logre mantenerse tranquilo y quieto.
Lo mejor es estar tranquilo y relajado para que la mascota sienta confianza y pueda dejarse atender como es debido.
El mismo veterinario recomendará reposo absoluto y por el dolor que siente el animal, es más que seguro que tratará de moverse lo menos posible. La misión del dueño es administrarle las medicinas, comida y agua en su lugar de descanso, también se puede colocar cartón debajo de la zona del ano para que haga sus necesidades y resulte fácil retirarlo y cambiarlo.
Las visitas al veterinario serán frecuentes al principio y después más alejadas recomendando las radiografías que serán muy necesarias para conocer cómo va el proceso de recuperación con el tratamiento que se le ha indicado.