La vida también esta compuesta de momentos difíciles y es aquí cuando te verás obligado a tomar decisiones duras como por ejemplo sacrificar a tu mascota. La palabra sacrificar no implica nada agradable, sin embargo hay que conocer cuando debemos ser valientes para afrontar esto como un descanso digno de la mascota. Siempre hay dudas y es doloroso decidir sacrificar a la mascota, pero ten presente que a veces las enfermedades son demasiado graves y mantienen a los animales en constante padecimiento, dolor y sin posibilidad de recuperarse, por eso mismo el sacrificio de la mascota debe verse con un rostro de humanidad y amor.
Suele ser el veterinario quien sugiere el sacrificio pero al final eres tú quien tiene la decisión en sus manos. Todo depende de como lo veas, lo sientas y sepas que no lo estas matando, que en muchos casos una inyección es mejor a que sufra toda su vida porque tú pensaste que lo echarías de menos.
Cuando el perro padece una enfermedad incurable que en verdad lo tendrá postrado del dolor, limitado físicamente acortando además su tiempo de vida, deberás aceptar que el sacrificio es la mejor elección y lo mejor para él. El sabor amargo quedará para ti que con el tiempo sabrás que su descanso ya esta lejos del dolor y la tristeza.
No alargues el sufrimiento de tu mascota, si el veterinario te manifiesta que no se pondrá bien y que sería mejor sacrificarlo entonces toma la decisión. Algunas personas buscan otros caminos y se niegan a perder a su mascotas, no obstante darle medicamentos y abrumarlo con intervenciones vigoriza el sufrimiento. Piensa en su sufrimiento y conversa con la familia, eres tú quien debe decidir acabar con su sufrimiento con un sueño de alivio.