A la acción de comer heces se le llama coprofagia, este hábito es común por ejemplo lo vemos cuando la madre lame a los cachorros para limpiar las heces y orina. A veces sucede entre perros y gatos, quizá en un perro que gusta de comer las heces del gato ya que contienen las grasas de su comida. El lado malo del asunto y que ya se aleja de lo normal es cuando perro ya siendo adulto mantiene aquel hábito, esto se debe en todo caso a un síntoma de aburrimiento o falta de compañía, recuerda que la soledad afecta mucho a las mascotas.
Puede deberse también a una acción aprendida por alguna reprimenda o castigo, el perro entonces se estaría comiendo las heces para que no te molestes. Notemos que mientras las heces no estén contaminadas no es peligroso pero queda claro que es desagradable siendo tu perro.
El tratamiento para esta acción se base en el ejercicio, toda actividad física que incluya salidas o juegos entre otras, le ayudará a no sentirse solitario. Otro punto es la limpieza inmediata, si tu mascota deja sus heces no pierdas tiempo y limpia rápido.
También puedes cambiar su dieta ofreciendo un alimento de mejor calidad que contenga más grasas, fibras o proteínas. Algunos alimentos buenos para el perro por su aporte de fibras son: la levadura de cerveza, la calabaza y la zanahoria.