El perro Foxhound inglés fue creado con la finalidad de ser un auténtico cazador de caza de zorros tal como su nombre lo indica. Es muy parecido al beagle pero de mayor tamaño y peso. Tiene un cuerpo esbelto de fuerte complexión, patas rectas y largas y la cola estirada. La raza de perros Foxhound inglés es un perro sabueso conocido en todo el mundo por ser especialista en la caza de zorros que se hacen en Inglaterra. Es muy parecido al Beagle en lo que se refiere a su pelaje y algunas de sus características físicas, pero el Foxhound tiene mayor tamaño.
Su procedencia llega desde el Reino Unido y surgió gracias a la intervención del hombre en el siglo XVIII. Para tener este ejemplar se cruzaron varias razas de perros de caza, lo que dio como resultado el Foxhound.ç
Sus orígenes se basan específicamente en la raza de perros de San Huberto y una raza nórdica ya desaparecida conocida como Talbot.
En cuanto a las características físicas que comparte con el beagle encontramos mucha similitud en su rostro ya que ambos perros se puede notar mucho los colores blanco, negro, marrón o pardo en la cabeza. Sus orejas son redondas en las puntas y caen a ambos lados de la cara.
En la mayoría de perros se repite los colores en el resto del cuerpo, pero es más común ver el color negro en el lomo y espalda, y el blanco en las extremidades y al final de la cola. Su pelo es corto, grueso y muy denso, apropiado para los climas fríos de las islas inglesas.
Posee un cuerpo esbelto pero de fuerte complexión, siendo lo más apropiado que haga ejercicios todos los días. Suelen medir entre 50 y 60 centímetros y su peso varía entre 30 y 38 kilos.
Para muchos es un perro poderoso con espalda ancha y musculosa, patas rectas y largas y la cola estirada.
Al ser desde siempre empleado para la zaca de zorros, su resistencia física es impresionante, puede correr sin interrupción durante varias horas, cosa que no lo convierte en una buena mascota.
Para él es vitar vivir en ambientes amplios y libres donde poder descargar toda esa energía que tiene latente, también resulta muy ruidoso, que tampoco lo hace un buen perro de compañía en una casa o un apartamento.
Por su propia naturaleza, lo mejor es tenerlo en el campo, al lado de otros perros que compartan las mismas necesidades de sociabilización. Al estar acostumbrados a permanecer en ambientes de jauría, es algo propio que desarrollen problemas de convivencia con otros de su misma especie.
Al tenerlo en casa como mascota solo le traerá problemas de adaptación y es muy probable que le afecte algún tipo de virus.