Desde hace algunos años los cobayas se han convertidos en la mascota preferida de grandes y chicos. Si se les alimenta y cuida de la mejor forma, estos animales puede vivir hasta seis años. Se alimentan de verduras, frutas, hojas como el perejil, comen pan remojado en leche u beben abundante agua. De los roedores más apreciados por las personas para tener en casa como mascotas, sobresalen, desde hace algunos años, las cobayas. Estos pequeños animalitos se han convertido en la sensación de grandes y chicos; así como en un inicio eran los hámsteres las mascotas preferidas, en la actualidad el cuy, conejillo de indias o cobaya, está presente en muchos hogares.
Es un animalito de tamaño pequeño y bastante saludable, cuando se encuentran en su hábitat natural, suelen vivir en madrigueras o dentro de hoyos, se reproducen rápidamente y están acostumbrados a convivir con muchos de su especie en un solo lugar.
Las hay de varios tipos pero las cobayas de pelo largo y lacio, llamadas cobayas de Angora, muy atractivas, son las predilectas para ser mascotas.
Si reciben una alimentación balanceada y los cuidados suficientes, pueden vivir hasta seis años.
Cuando conviven con los humanos deben permanecer en una jaula que tenga espacio suficiente y con mayor razón si se tienen más de dos. En un lugar amplio se evitaran posibles peleas y que las crías salgan lastimadas. La jaula debe estar limpia, tener comederos y bebederos con agua limpia y fresca que debe ser cambiada a diario.
Al nacer pesan entre 70 a 130 gramos, llegan con los ojos abiertos, pueden caminar de inmediato, poseen dientes y su sentido del oído está muy bien desarrollado, puede comer alimentos sólidos y beber agua.
Si se tienen cobayas hembras y machos en una misma jaula, es mejor separarlas a partir de las seis semanas de vida, pues tienden a reproducirse rápidamente.
Cuando están recién nacidas, lo más aconsejable es dejarlas al cuidado de su madre los primeros 15 días para que crezcan sanas y fuertes. Ahora si se tuviera algunas sin madre, entonces es trabajo del dueño alimentarlas y cuidarlas. La leche se les puede administrar a través de una jeringa y en pequeñas cantidades para evitar que se atore.
Como son frágiles hay que tener cuidado al sujetarlas sobre todo cuando son bebes. Luego de unos días de nacidas, se les puede comenzar a dar pan remojado con leche, y algunos alimentos verdes hechos puré.
Se puede incluir en su dieta algunos vegetales como zanahorias, pimientos rojos y verdes, tomates y ciertas frutas como duraznos, manzanas, fresas, uvas, melones y naranjas pero en pequeños trozos pues pueden atragantarse. Algunas hojas como espinaca, perejil, acelgas, hojas de nabo y diente de león pueden agregarse a sus alimentos en forma de nutrientes.
A pesar de ser bastante saludables, es bueno llevarlas al veterinario de vez en cuando para verificar que todo esté bien con ellas.